Esta propuesta es una búsqueda hacia la necesidad de poner límites a partir de la intuición. Del poder de aceptar y adaptarse a las circunstancias, de dejarse llevar sin oposición aceptando del modo más flexible lo que vayamos recibiendo, sabiendo siempre parar y decir NO en el momento oportuno para que no nos sobrepase la situación.
Investigo mi terreno e invito a entrar a las personas del público que escojo tras la observación.
Me voy conociendo a partir de los encuentros que se van creando. Investigo mis patrones de comportamiento e intento ser lo más fiel posible con mis emociones hacia la acción.
El elástico hace que recibamos los movimientos de la otra persona, la escucha se hace mayor. Los límites se imponen con las gomas y el espacio que abarca la alfombra roja. Es un juego de adaptación improvisada, donde la batería crea los ritmos y los compases en pos de lo que sucede, pero también los sucesos se desencadenan a partir del sonido y de las vibraciones del instrumento.